miércoles, 14 de marzo de 2012
miércoles, 14 de abril de 2010
La nueva poesía de evasión
"El escapismo por el escapismo se ha instaurado en la literatura "coctelera", un "vertidodetodo", un batir y un servir; a poder ser frío.
Un sabor de los de escupir, pero...pero...pero...que no se escupe y se traga apretando bien los párpados, por los mismo que se ha hecho buena la frase de González de que "quien no está en la guerra, no estará en la paz". Un "no entiendo un pijo de lo que me dice este tío, pero voy a disimular". El tío es el de la barra, el barman, el "escritor camarero" o el "camarero escritor"; el "sorprendedor". ¡Sorpréndenos con algo, escritor! ¡Prepáreme un batido camarero! Pero no me dé la fórmula completa, por favor. No me diga que lo que me está sirviendo contiene un poco de su propia orina,...
Tengo que suponer y supongo que no todo el mundo que anda por internet son preancianos, por muy espíritu joven que enarbolen como patética bandera. Tengo que suponer que no todo el mundo son guacamayas o loros perdidos de su jaula social, descolgados de la vida, colgajos de carne humana de la que todavía respira e incluso habla y escribe postales de navidad.
Las nuevas torres de marfil semejan habitáculos de Residencias Murideros, con ventana al jardín. Ahora bien: sus habitantes—vivos, todavía, e incluso si ya estuviera muertos, pero la ciencia forense no hubiera llegado a estudiar el fenómeno de ese nuevo pasito hacia delante—tienen todo el derecho a comportarse como se comportan. Y tienen todo el derecho a reconocerse entre sí y a buscar espacios comunes de encuentro de almas en cuerpo. Pero lo que no tienen derecho es a joder a los vivos. No: a eso no tienen derecho.
No tienen derecho a "aparecérsete" y a obligarte a blafemar:
—¡Joder! ¡Otra vez este alma en pena!
No, queridos poetas. Escriban a la tierra, que muy
Un sabor de los de escupir, pero...pero...pero...que no se escupe y se traga apretando bien los párpados, por los mismo que se ha hecho buena la frase de González de que "quien no está en la guerra, no estará en la paz". Un "no entiendo un pijo de lo que me dice este tío, pero voy a disimular". El tío es el de la barra, el barman, el "escritor camarero" o el "camarero escritor"; el "sorprendedor". ¡Sorpréndenos con algo, escritor! ¡Prepáreme un batido camarero! Pero no me dé la fórmula completa, por favor. No me diga que lo que me está sirviendo contiene un poco de su propia orina,...
Tengo que suponer y supongo que no todo el mundo que anda por internet son preancianos, por muy espíritu joven que enarbolen como patética bandera. Tengo que suponer que no todo el mundo son guacamayas o loros perdidos de su jaula social, descolgados de la vida, colgajos de carne humana de la que todavía respira e incluso habla y escribe postales de navidad.
Las nuevas torres de marfil semejan habitáculos de Residencias Murideros, con ventana al jardín. Ahora bien: sus habitantes—vivos, todavía, e incluso si ya estuviera muertos, pero la ciencia forense no hubiera llegado a estudiar el fenómeno de ese nuevo pasito hacia delante—tienen todo el derecho a comportarse como se comportan. Y tienen todo el derecho a reconocerse entre sí y a buscar espacios comunes de encuentro de almas en cuerpo. Pero lo que no tienen derecho es a joder a los vivos. No: a eso no tienen derecho.
No tienen derecho a "aparecérsete" y a obligarte a blafemar:
—¡Joder! ¡Otra vez este alma en pena!
No, queridos poetas. Escriban a la tierra, que muy
raro sería que llegaran a encontrar ni un solo palmo donde no pudieran depositar un folio con su poema es-crito, sin que tal palmo no fuera depositario del reci-piente inicial del alma vagabunda que espera su poema.
A la tierra, poetas, a la tierra. Que se pueda entrar en internet sin impregnarse de la desazón de estar entrando en un cementerio, en una Residencia Pudridero.
Parece ser que de lo que adolece la prosa (,,,"y también la poesía"...) actual es de un exceso de pretendido lirísmo, que a falta de entidad como tal se suple amontonando adjetivos calificativos. Esto implica que el escritor ya te está usurpando tu función de lector. Ya te está masticando lo que tú has de comer, ya te está llamado bello a un atardecer, usurpando el inalienable derecho a que tú lo puedas calificar como bello en función de la descriptiva que el escritor te haga del tal atardecer. Y también parece que los pretendidos aspirantes a escritores no sepan hacer un mínimo ejercicio de descriptiva sin adornarlo de juicios subjetivos.
Cuando se le pide a un pupilo que te decriba el porqué le gusta su casa, no te describe su casa: te cuenta el porqué se encuentra bien en su casa. Su casa es bonita porque tiene una mesa de castaño, sobre cuya superficie es una delicia partir el pan tierno. Y entonces, el lector, el "manuel", va y dice: "oiga, espere: dígame que su casa tiene una mesa de castaño y déjeme la libertad de poder imaginarme yo qué cosas buenas se pueden hacer sobre una superficie de una mesa de castaño, incluida, si es el caso, el poder follar al modo comúnmente llamado de "al canto de la mesa".
Total: que voy a volver a dejar de leer, con lo cual no estoy diciendo que me voy a comprar una mesa de castaño, porque, entre otras cosas, ya no tengo edad."
A la tierra, poetas, a la tierra. Que se pueda entrar en internet sin impregnarse de la desazón de estar entrando en un cementerio, en una Residencia Pudridero.
Parece ser que de lo que adolece la prosa (,,,"y también la poesía"...) actual es de un exceso de pretendido lirísmo, que a falta de entidad como tal se suple amontonando adjetivos calificativos. Esto implica que el escritor ya te está usurpando tu función de lector. Ya te está masticando lo que tú has de comer, ya te está llamado bello a un atardecer, usurpando el inalienable derecho a que tú lo puedas calificar como bello en función de la descriptiva que el escritor te haga del tal atardecer. Y también parece que los pretendidos aspirantes a escritores no sepan hacer un mínimo ejercicio de descriptiva sin adornarlo de juicios subjetivos.
Cuando se le pide a un pupilo que te decriba el porqué le gusta su casa, no te describe su casa: te cuenta el porqué se encuentra bien en su casa. Su casa es bonita porque tiene una mesa de castaño, sobre cuya superficie es una delicia partir el pan tierno. Y entonces, el lector, el "manuel", va y dice: "oiga, espere: dígame que su casa tiene una mesa de castaño y déjeme la libertad de poder imaginarme yo qué cosas buenas se pueden hacer sobre una superficie de una mesa de castaño, incluida, si es el caso, el poder follar al modo comúnmente llamado de "al canto de la mesa".
Total: que voy a volver a dejar de leer, con lo cual no estoy diciendo que me voy a comprar una mesa de castaño, porque, entre otras cosas, ya no tengo edad."
Manuel http://letrasyalgomas.foroes.net/textos-literarios-cientificosperiodisticos-etc-f6/la-nueva-poesia-de-evasion-t9225.htm |
domingo, 5 de julio de 2009
POEMAS
El que fuera, en lo oscuro de la melancolía te aguarda, ese que aguarda cabalgado el vacío asfaltado, el que viaja en la diáfana bóveda acristalada de esta noche contigo, hirió tu corazón. Y tus heridas sangran un dulce vino rojo sobre las autopistas y tu dices, amor: ¿dónde vamos ahora con la pasión vacía? Venezia Lesseps |
Tiempo y orto de ayer
Hubo un tiempo de luz. En la bahía de tu piel de cereza fueron olas mis manos incesantes, banderolas orlando en impaciencia el mediodía. A solas de los dos, fue tuya y mía -ya en rubores el sol rolando a solas- la trenza de mejillas y amapolas con que se ungió el amor. Y amanecía. Tiempo y orto de ayer. Memoria y llama hortelanos son hoy de la indulgencia en el llanto de ser que oscuro clama por poblar tanta noche, tanta ausencia. Sed de ti requiriendo a cielo abierto copos de tu rumor por mi desierto. Felipe Fuentes García |
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Tiempo y orto de ayer
lunes, 18 de mayo de 2009
Releo serenamente el mar
Releo serenamente el mar que pasa página: la tarde es un clamor incandescente que espira contra mi como un hálito de la noche que llega. Solos, tu ausencia y yo y el efímero grito de la ola que inquiere del paisaje una respuesta que nunca llegará. Si efímero es el grito que se muere desarraigado entre el llanto y la espera, inquietante es la espera del grito que no grita, y la palabra que nunca se pronuncia porque terminarán viviendo de esa herida. Y el tiempo es un perfil anestesiado que percibe mi voz y se pregunta: cómo callar entonces, cómo no desandar ese camino que me anuda al silencio. Venezia Lesseps |
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Releo serenamente el mar
jueves, 23 de abril de 2009
Dedicatoria
Dedicado a D.P.A...al otro lado Brindis por la ola felicidad! Por ti gran ciervo blanco que te derramas sobre los acantilados de la noche. Por ti , celeste pájaro de la noche -mitad ala de ángel- que recorres el anémico cielo nocturno sobre el brillo acerado del mar. Brindo por ti y por ti: pequeño querube de las aguas del cielo estrellado que en esta noche has herido mis manos y despertado mi corazón hiperestésico. Brindis por la ola felicidad de esta noche estrellada que me entrega al milagro de la nocturnidad y de la negritud. *** Oh noche, desciende ya de tu ebúrneo bajel a estas aguas y sumérgeme en la inmensidad del azul. Cómo será el después cuando el índigo sepulte para siempre mis manos, Cómo será tan acerbo el recuerdo cuando el mar sepulte mis manos para siempre tan lejos de las tuyas. Como será triste el recuerdo cuando los alargados brazos de las algas enlacen mi cintura… y en danza los delfines florezcan sobre el mar. *** Cómo será así el reencuentro en el cielo estrellado, pequeño ángel del cielo, corazón mío. Venezia Lesseps |
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Dedicatoria
martes, 28 de octubre de 2008
In memoriam
(A D.P.P. en ausencia)
La muerte en el cristal de tu hermosura: un presagio de cera que conmueve creciendo ante mis ojos hasta siempre Buscaré entre los lirios del silencio azulada tu voz. Buscaré entre las luces de la nube que brillan a la altura de tu rostro: ¡Aquí estoy, me hago eterna inquiriendo tu hermosura de árbol seco¡ Tu muerte es un cristal de crisantemos que se quiebra en la luz de tu mirada, un lamento de hielo la atraviesa Buscaré entre los campos y los signos tu llama –estérilmente- que se oculta en el fondo del ojo de los tiempos. ¡Allí estoy, en el temblor del verde a través de los valles y los valles! Tu muerte es un calvario horizontal que guarda tu hermosura: la vertical del cielo te divide Buscaré por los siglos de los siglos en el umbral de fuego de la noche tu luz imperdurable en el bosque, en el signo o en la runa que anuncia tu presagio. Tu muerte en el cristal de tu hermosura es un óvalo de cera que conmueve creciendo ante mis ojos hasta nunca La voz no quiebra el cristal de desierto que traspasa tu boca: -la flecha del destino- ¡Manda tu voz: un grito que destierre la sombra de tus ojos! Tu muerte es un perfil anestesiado, una bóveda de fúnebres cristales en que se muere todo. Venezia Lesseps |
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In memoriam
viernes, 1 de agosto de 2008
La casa vacía
Como se abraza un árbol a la vida cuando, engolfado, el vendaval arrecia, como el surco en barbecho permanece aguardando a la siembra sin un fruto, así tu sombra errante por la casa reclama de las horas adormidas el gozo del abrazo de los tuyos. Desierto en ti, con ademán de espera, en un trasunto ciego de la sangre remueves los objetos por el cuarto -para que tengan vida- dices. Es el oscuro rigor de la distancia, el dolor que se encastra en las paredes como el humo de un tiempo sin sentido. La tarde vela aún el robledal y la luz (sólo un rastro) que se asoma al telefono sordo, lentamente, conduce a los postigos de la noche con su mudez tan negra. Y te desatas, desnudo, entre la huera turbamulta a tomar posesión de tus fantasmas. Felipe Fuentes García |
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miércoles, 2 de julio de 2008
La lluvia de la celebración
Las hojas se reflejan en los ojos de los días de lluvia como una danza de líquenes hambrientos. No rozan el silencio de esa herida del pájaro silvestre ni esa viscosidad sobre los pantanales. Para los gozos, (para la oferta de la celebración, para el sediento día del cortejo) suenan en las corrientes los ecos de la fertilidad. Pero en mis muros duele el silencio como en los años de las adversidades. V La tormenta ha dejado pequeñas oquedades que brillan en la piedra, (lucernas diminutas para los días de los alumbramientos) un obsequio a la madre que entrega la piedad de sus hijos nonatos...: la guirnalda mas bella, los deseos del cuando, y el roce minutísimo de la contrariedad. Para los días de esta celebración pongo un altar con ramos de manos inmoladas. VIII Han brotado los líquenes y el ocre se apodera del pie de las estatuas. Con esa indiferencia de los desheredados marchan mis pasos por la diurnidad -por las altas veredas de la misericordia- por el alto sendero de los olmos que conduce a la ciénaga de la melancolía. Ya no será este año el año de la luz ni un tiempo para la felicidad. Junto a los límites de esa mansedumbre cruza la niebla más inoportuna II Oigo el tenue trabajo del rizoma que taladra la tierra, el anhelo disperso que sustenta la querella de la germinación. -La lucha temblorosa de la fragilidad- Sé que es la tierra, un pecio soterrado bajo un sediento mar de rascacielos. La mineralidad más ambiciosa en la liturgia de las solemnidades. En ella busco en vano el incierto presagio de la inmortalidad. XI (Las pequeñas palomas no anidan en los sauces ni en los cauces del viento porque el tiempo es un halcón desesperado en el que habita la verticalidad más perdurable) X Se hace inmortal el tiempo de la herida de las vírgenes negras cuando buscan a sus hijos perdidos, -una necesidad para la indecisión del útero no grávido-Como en los días de las inundaciones será su olvido una sábana blanca. Una coraza para la eternidad. XIII Al latir de la lluvia con un temblor de llanto nacen tibias estrellas sobre los humedales Pero el agua en la tierra se desliza por el desfiladero de ese tiempo que conduce a la liturgia de las catedrales. -Al eco tembloroso de las oscuras oquedades del destino- Al rito extinto de la transparencia. Como en este misterio de la arquitectura busco en las fuentes el motivo para la indagación de toda epifanía. -Recelosa, salgo al instante de la temeridad- XVIII A la arena la tormenta ha traído guijarros corroídos, delantales de niña y cadáveres de pájaros extintos (oscuros sedimentos de civilización) : el dolor de la plétora imprevista, los deshechos del tiempo de bonanza como presagio inútil hacia el hallazgo de mi resignación. XXI La correría ociosa de los manantiales no se estanca en los puentes ni en la ambición del bosque. Con el murmullo de la desolación una serpiente blanca corre el paisaje como una vena o llanto. -Es el tiempo que fluye como esa indecisión de los desesperados- Para la ceremonia de mi angustia su luz brilla en la noche como en un mirlo negro. XXX Después el tiempo cruje como un armario viejo. Con la temeridad de las solemnidades surgen grutas en grietas imposibles en el grito de la celebración. Porque es el tiempo un tronco deshojado del árbol de la vida, un alarde infecundo que se adentra en esa impunidad de lo imprevisto. Un toro con la sangre vertida sobre los arenales de un imposible ruedo que lidian los presagios. Una oración prendida en sus cantiles que destila perdón, misericordia, o llanto. También el hombre necesita piedad. Venezia |
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La lluvia de la celebración
Oración para una madre
Gracias diosa mía, por sentirte. Gracias por no haberme creado como a los demás: insensibles, tozudos, ostentosos asexuados e ignorantes como perros. Gracias por haberme formado a tu imagen y semejanza. Odio a Wolfe y a Carver madre, lo juro. seguí tus enseñanzas. Las seguí, lo juro odio a Wolfe y a Bukowski. Por qué me rechazas entonces, madre. Madre, te amo. Te amo, madre. Ya somos una muchedumbre. ¡Me cuesta tanto olvidarte¡ “Allo, allo maman, bobo, maman comment tu m´a fait j´suis pas belle »* Madre, viví en Clitemnestra y ahora soy Orestes, madre. No puedo olvidarte, olvidé quien soy, Madre, por qué me creaste así. Somos muchedumbre los paridos por tu útero bendecido. Madre, soy así. Lo intento, madre. ¡Pero me cuesta tanto olvidarte¡ Venezia Lesseps |
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Oración para una madre
sábado, 21 de junio de 2008
lunes, 25 de febrero de 2008
...et si tu n'existais pas...
Et si tu n'existais pas, dis-moi pourquoi j'existerais. Pour traîner dans un monde sans toi sans espoir et sans regret? Et si tu n'existais pas, j'essaierais d'inventer l'amour, comme un peintre qui voit sous ses doigts naître les couleurs du jour et qui n'en revient pas. Et si tu n'existais pas, dis-moi pour qui j'existerais. Des passantes endormies dans mes bras que je n'aimerais jamais ? Et si tu n'existais pas, je ne serais qu'un point de plus dans ce monde qui vient et qui va, je me sentirais perdu, j'aurais besoin de toi. Et si tu n'existais pas, dis-moi comment j'existerais. Je pourrais faire semblant d'être moi mais je ne serais pas vrai. Et si tu n'existais pas, je crois que je l'aurais trouvé, le secret de la vie, le pourquoi, simplement pour te créer et pour te regarder. Joe Dassin |
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miércoles, 23 de enero de 2008
Fábula del caballo alado.
Dedicado a la niña Marie Auchamp “Dicen que murió un caballo…” Blanca Andreu. No conoció jinete. Cuentan que nunca supo volver a sus rehalas y que sentía pánico en las furtivas salas de la noche y el viento ondulaba sus crines cuando en la amanecida rugían los clarines del viento y la tormenta. Que era como un juglar, y que había brotado desde el fondo del mar y en las noches de mayo llenaba los bajíos para bañar su cuerpo en los mares vacíos de la noche y su cuerpo era dorado y blando, eran su hermosa testa y sus crines volando como una estatua clásica, como estampa latina una estatua de armiño de una blancura equina y dulce. Y que a veces bebía de las fuentes en los meses de mayo un fuerte vino verde y oscuro como sangre verde. Y caminaba por los acantilados para encontrar el mar. Y que aprendió a volar. Dicen que tuvo alas una vez, que batía, el viento con sus alas nocturnas y secaba con sus ojos de fuego -negros sus ojos en los que transitaba un ruego- toda su lágrima en las noches de luna llena. Gemía soledades enhebradas de penas y en las noches de viento rojo y bronco llevaba sus gemidos al viento porque solo añoraba la vida, y perseguía regresar a su hogar. Y con sus alas blancas atravesaba el mar de los álamos, muy por encima de los bosques más allá del añil. Y en la plata del cielo sufría su infortunio cuando la luna oculta llora su plenilunio. Y una noche de Abril ya no lo vieron más. Y dicen que quizás en su crines blanquísimas hoy lucen las estrellas salpicadas y tibias y que dejó su estela de polvo nacarado en la tierra, al ocaso -blanquísimo su cuerpo como alma de pegaso- en las noches de abril brillando sobre el mar. Venezia 2005 |
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Fábula del caballo alado
domingo, 17 de junio de 2007
Mírame viajero
“Soles distintos te adoraron, Mírame viajero: se deshizo mi clámide y mi túnica yace en la ceniza. Por mi bosque de cedros han cruzado los siglos y descansan palomas en mi hombro. Mas mi desnudez te dice que un día yo viví y que fueron mis sueños los de un ángel. Caminante, apiádate de mí, recórreme en mis ruinas de arenisca, pisa sobre la hierba mi dorado cabello y a la sombra del bosque -si arden fuegos azules todavía- recuérdame que un día tuve sueños. Me olvidaron los hombres y ahora sobre el mármol de mi corazón las aves se disputan mi piel, deshacen mi armadura. Acércate a la obsidiana de mis labios, no temas, no hay distancias aquí más allá de la bruma de mis ojos, cegados por el río de fuego de un llanto inmemorial. Viajero, si no puedo ser tú, mírame con piedad y dile a este silencio que me siento cansada de estar muerta. Venezia Lesseps |
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jueves, 7 de junio de 2007
Un peldaño tras otro
Un peldaño tras otro la luz desciende lentamente por la alta balaustrada de la tarde: vienes a mí como un corcel cautivo como un corcel al viento de la tarde vienes, como un mágico cántico coronando el perfume de las flores silvestres y de las madreselvas. Y yo, que espero en la nostalgia espesa de mi cuarto burgués: sobre un jarrón de flores marchitadas la marina del fondo, el canapé de raso, la ventana entreabierta que mira a la bulevar y mis recuerdos enredados entre papel y versos … y un teléfono sordo. Venezia |
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Un peldaño tras otro
El "vínculo" y la epistemología de la erótica
Querida amiga:
Aunque con algo de retraso, contesto a tu amable carta.
Al hilo de los acontecimientos y parafraseando a Giacomo da Philippo, que últimamente está prácticamente “missing” tengo que decirte, que para llegar lejos en cualquier actividad humana…esto es lo que en el siglo XV aconsejaba Niccolò di Bernardi dei Machiavelli: …”cuando se trata…de juzgar el interior de los hombres”… “lo que importa es allanar todas las dificultades para mantener la autoridad; y los medios, sean los que fueren, parecerán siempre honrosos y no faltará quien los alabe. Este mundo se compone de vulgo, el cual se lleva de la apariencia, y sólo atiende al éxito” y “el corto número de los que tienen un ingenio perspicaz no declara lo que percibe”
Conocido aquí, y me refiero a España, más y mejor como Nicolás Maquiavelo que por su propia onomástica italiana, Machiavelli dedicó “El Príncipe” al duque Lorenzo de Urbino, como correspondía a aquella época cuajada de lameplatos o cepillatrajes y mecenas de pacotilla o mecenazgos de alcurnia que también los hubo. Sin embargo Maquiavelo, aparentemente bien conocido por los lectores del presente, ha sido tratado por la historia como un intrigante molesto para el poder, al que de alguna manera pervierte o descompone. Hoy por hoy la pregunta pertinente sería .¿Es realmente Maquiavelo un escritor renacentista conocido más allá de la anécdota?... o ¡tal vez el uso coloquial del adjetivo "maquiávelico" y el sustantivo "maquiavelismo" han terminado por destruir de alguna manera la verdadera esencia de su pensamiento!Claro que llegados al día de hoy, para el lector impenitente, no es lo mismo conocer a Maquiavelo pongo por caso, a través de la pluma y la sensibilidad poética de la aragonesa Magdalena Losada y sus “Criaturas Saturnianas” que por el “breve” que el Santo Oficio Romano dedicó a nuestro autor en 1559.
Conocido aquí, y me refiero a España, más y mejor como Nicolás Maquiavelo que por su propia onomástica italiana, Machiavelli dedicó “El Príncipe” al duque Lorenzo de Urbino, como correspondía a aquella época cuajada de lameplatos o cepillatrajes y mecenas de pacotilla o mecenazgos de alcurnia que también los hubo. Sin embargo Maquiavelo, aparentemente bien conocido por los lectores del presente, ha sido tratado por la historia como un intrigante molesto para el poder, al que de alguna manera pervierte o descompone. Hoy por hoy la pregunta pertinente sería .¿Es realmente Maquiavelo un escritor renacentista conocido más allá de la anécdota?... o ¡tal vez el uso coloquial del adjetivo "maquiávelico" y el sustantivo "maquiavelismo" han terminado por destruir de alguna manera la verdadera esencia de su pensamiento!Claro que llegados al día de hoy, para el lector impenitente, no es lo mismo conocer a Maquiavelo pongo por caso, a través de la pluma y la sensibilidad poética de la aragonesa Magdalena Losada y sus “Criaturas Saturnianas” que por el “breve” que el Santo Oficio Romano dedicó a nuestro autor en 1559.
Y es que por lo demás, el bueno de Maquiavelo, a fuer de un buen heterodoxo, fue un notable y seductor poeta que escribió poemas que escandalizaron a media Italia, haciendo a través de sus "coloquiales" versos, "inocentes" propuestas a las pacatas damas florentinas de la época. ¡Vamos, supuestamente y salvando las oportunas diferencias, algo así como un conspicuo representante del “neorrealismo”, "sucismo" o “realismo sucio” del siglo XVI a lo Raymond Carver!... Nada que ver, por supuesto, con el “realismo sucio” patrio y sus más notables cultivadores, el señor Roger Wolfe y el señor Karmelo Iribarren.
Me dirás que se me ve como muy “out” con estas opiniones…¡y que como que nó!. Pero mujer, tú sabes que yo siempre busco la pertinencia a machamartillo –incluso a veces a contrapelo- y procuro no perderme por los vericuetos de la estética, y lo de las “margaritas” y lo de las “preceptivas” y demás “solfas”al uso, así que te pido mil perdones y ya veré de ser menos clásica y más literaria en otra ocasión.
Creo querida, que Maquiavelo se refería obviamente al “poder político” pero presumo que su “Principe”, al día de hoy retrata mejor al trepa de oficina de "funcionariado", conocido como chupatintas, pelotas, robasillas o cuelgamedallas, que al doliente político de turno (advierto que esto es sólo un ejemplo para standarizar). Y al plumilla y a toda esa laya de asimilados de todo pelaje que pululan por doquier, también. Y al decir doquier, quiero decir donde quiera (para los avisados). Y cuando Maquiavelo refiere: “…este mundo se compone de vulgo… y sólo atiende al éxito…” añado yo: -al aparente éxito de este mundo de prisa y dorado cuché y cartoné, o sea, al éxito espurio y torpe de algún mandamás de lo que sea, que el caso es “mandar”, aunque ese/a mandamás se vea más bien venido a menos, si es que alguna vez lo estuvo a más-
Me dirás que se me ve como muy “out” con estas opiniones…¡y que como que nó!. Pero mujer, tú sabes que yo siempre busco la pertinencia a machamartillo –incluso a veces a contrapelo- y procuro no perderme por los vericuetos de la estética, y lo de las “margaritas” y lo de las “preceptivas” y demás “solfas”al uso, así que te pido mil perdones y ya veré de ser menos clásica y más literaria en otra ocasión.
Creo querida, que Maquiavelo se refería obviamente al “poder político” pero presumo que su “Principe”, al día de hoy retrata mejor al trepa de oficina de "funcionariado", conocido como chupatintas, pelotas, robasillas o cuelgamedallas, que al doliente político de turno (advierto que esto es sólo un ejemplo para standarizar). Y al plumilla y a toda esa laya de asimilados de todo pelaje que pululan por doquier, también. Y al decir doquier, quiero decir donde quiera (para los avisados). Y cuando Maquiavelo refiere: “…este mundo se compone de vulgo… y sólo atiende al éxito…” añado yo: -al aparente éxito de este mundo de prisa y dorado cuché y cartoné, o sea, al éxito espurio y torpe de algún mandamás de lo que sea, que el caso es “mandar”, aunque ese/a mandamás se vea más bien venido a menos, si es que alguna vez lo estuvo a más-
Y es que ahora se reclama que la desmedida afición o apego a esa dorada virtud, la del poder, termina convirtiéndose frecuentemente en un desorden interno más cercano a la epistemología de “la erótica” (y perdona que me ponga trascendente ahora, aunque lo del sexo sea intrascendente) que al de la exuberante emotividad de la soberbia o de la avaricia, que de todo hay. Nota, querida, que no hago mención de su calidad ética o moral, es decir, no los añado al repleto registro de pecados capitales, ni virtudes teologales de la cosa, sino únicamente a la nómina de pésimas cualidades humanas. La tan manida frase: “la erótica del poder”, obtiene entonces todo el rédito de su tan traído y llevado significado. Pues eso amiga. Yo creo que el “tocar poder” tiene todos los aditamentos no digo ya de un buen reclamo erótico, que sí; y si yo fuera más moderna diría que de un “buen orgasmo” porque por si no lo habías sospechado ya desde el principio, te advierto que me estoy refiriendo al “poder real”, sin especificar sexos... (O como se dice ahora "géneros" tratando deliberadamente de confundir la genitalidad con la gramática)
Claro que una no es nada original, que eso ya lo sabes tú y no es necesario que me lo recuerdes, maja, y esta idea de que el poder está más cercano a la erótica y al erotismo que a cualquier otra emoción humana ya entre otros lo postuló (perdona el verbazo) nada menos que el anatematizado Giordano Bruno -otro heterodoxo- (¡anatema sit!...o como se decía entonces "¡permita dios que se le caigan los ojos!"). Tratándose de Renacimiento, -y otras cosas- no hay como los italianos, querida. O eso dicen.
Pues es el caso que G. Bruno, en su “de Vinculis in genere” (laxamente traducido por “de los Vínculos en general”) dice que el desmedido afán de liderazgo, que no deja de ser sino una perversión del poder, es eso -ni más ni menos; un sustituto del placer erótico- ¡Vamos, pura feromona, que fuerte!Te lo aclaro: Le Bon ya lo sospechaba cuando escribió “Psicología de las masas” y Freud “Psicología de las masas y análisis del yo” pero G. Bruno da las pautas para el manejo o manipulación (vínculum) eficaz del grupo humano quinientos años antes de que teorizaran estos escritores. ¡Qué puntazo, amiga!Esto dice el profesor Culianu de la filosofía de G. Bruno:…” El hombre creado por la naturaleza como un ser que "desea" e intenta hallar satisfacción y completitud fuera de sí mismo, está en el centro de la obra de Giordano Bruno. El deseo humano es de naturaleza conectiva, busca la unión, es por lo tanto primariamente erótico -en el significado más espiritual y abarcador de la palabra- y puede abarcar tanto los elementos instintivos como las contemplaciones místicas”…
Pues es el caso que G. Bruno, en su “de Vinculis in genere” (laxamente traducido por “de los Vínculos en general”) dice que el desmedido afán de liderazgo, que no deja de ser sino una perversión del poder, es eso -ni más ni menos; un sustituto del placer erótico- ¡Vamos, pura feromona, que fuerte!Te lo aclaro: Le Bon ya lo sospechaba cuando escribió “Psicología de las masas” y Freud “Psicología de las masas y análisis del yo” pero G. Bruno da las pautas para el manejo o manipulación (vínculum) eficaz del grupo humano quinientos años antes de que teorizaran estos escritores. ¡Qué puntazo, amiga!Esto dice el profesor Culianu de la filosofía de G. Bruno:…” El hombre creado por la naturaleza como un ser que "desea" e intenta hallar satisfacción y completitud fuera de sí mismo, está en el centro de la obra de Giordano Bruno. El deseo humano es de naturaleza conectiva, busca la unión, es por lo tanto primariamente erótico -en el significado más espiritual y abarcador de la palabra- y puede abarcar tanto los elementos instintivos como las contemplaciones místicas”…
La idea bruniana postula el crear la ilusión en la masa o grupo, de que el líder ofrece total y desinteresadamente la “unicuique suum” de Justiniano, o sea “lo que a él le corresponde, lo que merece”. (O como diría un castizo…” ¡lo que me corresponda, porque yo lo valgo!”) difícil y sutil operación que requiere conectar -o aparentar conectar- con los deseos del manipulado y “vincularlo” al grupo. Esta ilusión debe ser perfecta. La devoción por el líder (devotio magistri) debe resultar -o aparentar ser- individualmente placentera y gratificante para el devoto.
Y sigue comentando Giordano Bruno en su “de Vinculis in genere”:«Todos los afectos y “vínculos de la voluntad” se reducen y se refieren a dos: la repugnancia y el deseo, o el odio y el amor. Sin embargo, el odio se reduce él mismo al amor, y por ello resulta que el único vínculo de voluntad es el eros. Está demostrado que todos los otros afectos que una persona puede sentir sólo son, tanto formalmente como fundamental y originalmente, amor. Por ejemplo, la envidia es amor de alguien por sí mismo, y no soporta ni la superioridad ni la igualdad del otro; el mismo principio se aplica a la emulación. La indignación es amor por la virtud [ ... ]; el pudor y el miedo… no son más que amor por la honestidad y por lo que da miedo” y lo mismo “se puede decir…para los otros afectos”
Y sigue comentando Giordano Bruno en su “de Vinculis in genere”:«Todos los afectos y “vínculos de la voluntad” se reducen y se refieren a dos: la repugnancia y el deseo, o el odio y el amor. Sin embargo, el odio se reduce él mismo al amor, y por ello resulta que el único vínculo de voluntad es el eros. Está demostrado que todos los otros afectos que una persona puede sentir sólo son, tanto formalmente como fundamental y originalmente, amor. Por ejemplo, la envidia es amor de alguien por sí mismo, y no soporta ni la superioridad ni la igualdad del otro; el mismo principio se aplica a la emulación. La indignación es amor por la virtud [ ... ]; el pudor y el miedo… no son más que amor por la honestidad y por lo que da miedo” y lo mismo “se puede decir…para los otros afectos”
Querida amiga.
Finalizo. ¡Que más decirte! Que espero haberte ayudado en esa tu interminable y creo que inútil búsqueda de “lo absoluto” – o como tu dices, de La Verdad-. Visto lo visto, querida, y después de todo lo dicho, lo que creo es que la libertad individual, no es un don gratuito, es un privilegio de una inteligencia superior. Estoy segura que tú y yo seguiremos tan asilvestradas e indómitas como el “correcaminos” o el "martínpescador". La libertad y la imaginación al poder, ¿no era ese grito… amiga? De todos modos, y coincido contigo, tengo la absoluta seguridad de que tanto Maquievelo como Bruno inventaron sus repectivas fórmulas para el "poder-poder" nada que ver con su aplicación a las "actuales chapuzas de poca monta" Dejemos en paz la filosofía del “tottus tuus” y otro día discutiremos de la esencia íntima del “tottum revolutum”…si llega a merecer la pena, claro.
Un abrazo y hasta la próxima.
Venezia Lesseps
Nota. Foto del encabezamiento: Giordano Bruno
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lunes, 28 de mayo de 2007
Metamorfosis
Sabes: me gusta el negro porque es como el nacer de la luz pluma de mirlo, como la estilizada liturgia de una cuarentena medieval. “Amor, te quedaba tan bien cantar, cantar en la polifonía de las horas mientras que mi mirada estudiaba la piel de tus zapatos” Me gusta el negro, amor, el color ciego de la noche ceñida como luz de crisálida porque es como la luz de abajo a arriba como la luz envés de mediodía que pregunta hasta el cuándo de una resurrección. ¡Pero que importa martirizar nuestras sentidos si los abrazos son tan frágiles como alones de tórtola! Y el negro de la escala musical que sostiene clavado al pentagrama las alas de los cuervos en su vuelo nocturno de deseo lascivo me gusta amor y el elegante techo de la Royal Ascot: y olvidarme de ti. Venezia |
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jueves, 17 de mayo de 2007
Nefelibata
“…esas flores, pedazos de tu cuerpo…” Ana Rossetti Con la pureza de un hexámetro jónico con la épica pureza de un hexámetro, llegaste así: la alcoba perfumada, olor a sándalo del Yemen, de perfumes orientales henchido, con el dulce aroma de tu cuerpo, con un olor a madreselva salvaje y almizclada. Y en tu torso, -luz ébano de Nubia-, como esplendente ébano de Nubia una saeta en el envés de un arco cóncavo y tenso tu torso como ábside de una noche oriental Y los pedipalpos de la araña del techo destellando en mis ojos su venero de luz. Venezia |
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