“Soles distintos te adoraron, Mírame viajero: se deshizo mi clámide y mi túnica yace en la ceniza. Por mi bosque de cedros han cruzado los siglos y descansan palomas en mi hombro. Mas mi desnudez te dice que un día yo viví y que fueron mis sueños los de un ángel. Caminante, apiádate de mí, recórreme en mis ruinas de arenisca, pisa sobre la hierba mi dorado cabello y a la sombra del bosque -si arden fuegos azules todavía- recuérdame que un día tuve sueños. Me olvidaron los hombres y ahora sobre el mármol de mi corazón las aves se disputan mi piel, deshacen mi armadura. Acércate a la obsidiana de mis labios, no temas, no hay distancias aquí más allá de la bruma de mis ojos, cegados por el río de fuego de un llanto inmemorial. Viajero, si no puedo ser tú, mírame con piedad y dile a este silencio que me siento cansada de estar muerta. Venezia Lesseps |
domingo, 17 de junio de 2007
Mírame viajero
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jueves, 7 de junio de 2007
Un peldaño tras otro
Un peldaño tras otro la luz desciende lentamente por la alta balaustrada de la tarde: vienes a mí como un corcel cautivo como un corcel al viento de la tarde vienes, como un mágico cántico coronando el perfume de las flores silvestres y de las madreselvas. Y yo, que espero en la nostalgia espesa de mi cuarto burgués: sobre un jarrón de flores marchitadas la marina del fondo, el canapé de raso, la ventana entreabierta que mira a la bulevar y mis recuerdos enredados entre papel y versos … y un teléfono sordo. Venezia |
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Un peldaño tras otro
El "vínculo" y la epistemología de la erótica
Querida amiga:
Aunque con algo de retraso, contesto a tu amable carta.
Al hilo de los acontecimientos y parafraseando a Giacomo da Philippo, que últimamente está prácticamente “missing” tengo que decirte, que para llegar lejos en cualquier actividad humana…esto es lo que en el siglo XV aconsejaba Niccolò di Bernardi dei Machiavelli: …”cuando se trata…de juzgar el interior de los hombres”… “lo que importa es allanar todas las dificultades para mantener la autoridad; y los medios, sean los que fueren, parecerán siempre honrosos y no faltará quien los alabe. Este mundo se compone de vulgo, el cual se lleva de la apariencia, y sólo atiende al éxito” y “el corto número de los que tienen un ingenio perspicaz no declara lo que percibe”
Conocido aquí, y me refiero a España, más y mejor como Nicolás Maquiavelo que por su propia onomástica italiana, Machiavelli dedicó “El Príncipe” al duque Lorenzo de Urbino, como correspondía a aquella época cuajada de lameplatos o cepillatrajes y mecenas de pacotilla o mecenazgos de alcurnia que también los hubo. Sin embargo Maquiavelo, aparentemente bien conocido por los lectores del presente, ha sido tratado por la historia como un intrigante molesto para el poder, al que de alguna manera pervierte o descompone. Hoy por hoy la pregunta pertinente sería .¿Es realmente Maquiavelo un escritor renacentista conocido más allá de la anécdota?... o ¡tal vez el uso coloquial del adjetivo "maquiávelico" y el sustantivo "maquiavelismo" han terminado por destruir de alguna manera la verdadera esencia de su pensamiento!Claro que llegados al día de hoy, para el lector impenitente, no es lo mismo conocer a Maquiavelo pongo por caso, a través de la pluma y la sensibilidad poética de la aragonesa Magdalena Losada y sus “Criaturas Saturnianas” que por el “breve” que el Santo Oficio Romano dedicó a nuestro autor en 1559.
Conocido aquí, y me refiero a España, más y mejor como Nicolás Maquiavelo que por su propia onomástica italiana, Machiavelli dedicó “El Príncipe” al duque Lorenzo de Urbino, como correspondía a aquella época cuajada de lameplatos o cepillatrajes y mecenas de pacotilla o mecenazgos de alcurnia que también los hubo. Sin embargo Maquiavelo, aparentemente bien conocido por los lectores del presente, ha sido tratado por la historia como un intrigante molesto para el poder, al que de alguna manera pervierte o descompone. Hoy por hoy la pregunta pertinente sería .¿Es realmente Maquiavelo un escritor renacentista conocido más allá de la anécdota?... o ¡tal vez el uso coloquial del adjetivo "maquiávelico" y el sustantivo "maquiavelismo" han terminado por destruir de alguna manera la verdadera esencia de su pensamiento!Claro que llegados al día de hoy, para el lector impenitente, no es lo mismo conocer a Maquiavelo pongo por caso, a través de la pluma y la sensibilidad poética de la aragonesa Magdalena Losada y sus “Criaturas Saturnianas” que por el “breve” que el Santo Oficio Romano dedicó a nuestro autor en 1559.
Y es que por lo demás, el bueno de Maquiavelo, a fuer de un buen heterodoxo, fue un notable y seductor poeta que escribió poemas que escandalizaron a media Italia, haciendo a través de sus "coloquiales" versos, "inocentes" propuestas a las pacatas damas florentinas de la época. ¡Vamos, supuestamente y salvando las oportunas diferencias, algo así como un conspicuo representante del “neorrealismo”, "sucismo" o “realismo sucio” del siglo XVI a lo Raymond Carver!... Nada que ver, por supuesto, con el “realismo sucio” patrio y sus más notables cultivadores, el señor Roger Wolfe y el señor Karmelo Iribarren.
Me dirás que se me ve como muy “out” con estas opiniones…¡y que como que nó!. Pero mujer, tú sabes que yo siempre busco la pertinencia a machamartillo –incluso a veces a contrapelo- y procuro no perderme por los vericuetos de la estética, y lo de las “margaritas” y lo de las “preceptivas” y demás “solfas”al uso, así que te pido mil perdones y ya veré de ser menos clásica y más literaria en otra ocasión.
Creo querida, que Maquiavelo se refería obviamente al “poder político” pero presumo que su “Principe”, al día de hoy retrata mejor al trepa de oficina de "funcionariado", conocido como chupatintas, pelotas, robasillas o cuelgamedallas, que al doliente político de turno (advierto que esto es sólo un ejemplo para standarizar). Y al plumilla y a toda esa laya de asimilados de todo pelaje que pululan por doquier, también. Y al decir doquier, quiero decir donde quiera (para los avisados). Y cuando Maquiavelo refiere: “…este mundo se compone de vulgo… y sólo atiende al éxito…” añado yo: -al aparente éxito de este mundo de prisa y dorado cuché y cartoné, o sea, al éxito espurio y torpe de algún mandamás de lo que sea, que el caso es “mandar”, aunque ese/a mandamás se vea más bien venido a menos, si es que alguna vez lo estuvo a más-
Me dirás que se me ve como muy “out” con estas opiniones…¡y que como que nó!. Pero mujer, tú sabes que yo siempre busco la pertinencia a machamartillo –incluso a veces a contrapelo- y procuro no perderme por los vericuetos de la estética, y lo de las “margaritas” y lo de las “preceptivas” y demás “solfas”al uso, así que te pido mil perdones y ya veré de ser menos clásica y más literaria en otra ocasión.
Creo querida, que Maquiavelo se refería obviamente al “poder político” pero presumo que su “Principe”, al día de hoy retrata mejor al trepa de oficina de "funcionariado", conocido como chupatintas, pelotas, robasillas o cuelgamedallas, que al doliente político de turno (advierto que esto es sólo un ejemplo para standarizar). Y al plumilla y a toda esa laya de asimilados de todo pelaje que pululan por doquier, también. Y al decir doquier, quiero decir donde quiera (para los avisados). Y cuando Maquiavelo refiere: “…este mundo se compone de vulgo… y sólo atiende al éxito…” añado yo: -al aparente éxito de este mundo de prisa y dorado cuché y cartoné, o sea, al éxito espurio y torpe de algún mandamás de lo que sea, que el caso es “mandar”, aunque ese/a mandamás se vea más bien venido a menos, si es que alguna vez lo estuvo a más-
Y es que ahora se reclama que la desmedida afición o apego a esa dorada virtud, la del poder, termina convirtiéndose frecuentemente en un desorden interno más cercano a la epistemología de “la erótica” (y perdona que me ponga trascendente ahora, aunque lo del sexo sea intrascendente) que al de la exuberante emotividad de la soberbia o de la avaricia, que de todo hay. Nota, querida, que no hago mención de su calidad ética o moral, es decir, no los añado al repleto registro de pecados capitales, ni virtudes teologales de la cosa, sino únicamente a la nómina de pésimas cualidades humanas. La tan manida frase: “la erótica del poder”, obtiene entonces todo el rédito de su tan traído y llevado significado. Pues eso amiga. Yo creo que el “tocar poder” tiene todos los aditamentos no digo ya de un buen reclamo erótico, que sí; y si yo fuera más moderna diría que de un “buen orgasmo” porque por si no lo habías sospechado ya desde el principio, te advierto que me estoy refiriendo al “poder real”, sin especificar sexos... (O como se dice ahora "géneros" tratando deliberadamente de confundir la genitalidad con la gramática)
Claro que una no es nada original, que eso ya lo sabes tú y no es necesario que me lo recuerdes, maja, y esta idea de que el poder está más cercano a la erótica y al erotismo que a cualquier otra emoción humana ya entre otros lo postuló (perdona el verbazo) nada menos que el anatematizado Giordano Bruno -otro heterodoxo- (¡anatema sit!...o como se decía entonces "¡permita dios que se le caigan los ojos!"). Tratándose de Renacimiento, -y otras cosas- no hay como los italianos, querida. O eso dicen.
Pues es el caso que G. Bruno, en su “de Vinculis in genere” (laxamente traducido por “de los Vínculos en general”) dice que el desmedido afán de liderazgo, que no deja de ser sino una perversión del poder, es eso -ni más ni menos; un sustituto del placer erótico- ¡Vamos, pura feromona, que fuerte!Te lo aclaro: Le Bon ya lo sospechaba cuando escribió “Psicología de las masas” y Freud “Psicología de las masas y análisis del yo” pero G. Bruno da las pautas para el manejo o manipulación (vínculum) eficaz del grupo humano quinientos años antes de que teorizaran estos escritores. ¡Qué puntazo, amiga!Esto dice el profesor Culianu de la filosofía de G. Bruno:…” El hombre creado por la naturaleza como un ser que "desea" e intenta hallar satisfacción y completitud fuera de sí mismo, está en el centro de la obra de Giordano Bruno. El deseo humano es de naturaleza conectiva, busca la unión, es por lo tanto primariamente erótico -en el significado más espiritual y abarcador de la palabra- y puede abarcar tanto los elementos instintivos como las contemplaciones místicas”…
Pues es el caso que G. Bruno, en su “de Vinculis in genere” (laxamente traducido por “de los Vínculos en general”) dice que el desmedido afán de liderazgo, que no deja de ser sino una perversión del poder, es eso -ni más ni menos; un sustituto del placer erótico- ¡Vamos, pura feromona, que fuerte!Te lo aclaro: Le Bon ya lo sospechaba cuando escribió “Psicología de las masas” y Freud “Psicología de las masas y análisis del yo” pero G. Bruno da las pautas para el manejo o manipulación (vínculum) eficaz del grupo humano quinientos años antes de que teorizaran estos escritores. ¡Qué puntazo, amiga!Esto dice el profesor Culianu de la filosofía de G. Bruno:…” El hombre creado por la naturaleza como un ser que "desea" e intenta hallar satisfacción y completitud fuera de sí mismo, está en el centro de la obra de Giordano Bruno. El deseo humano es de naturaleza conectiva, busca la unión, es por lo tanto primariamente erótico -en el significado más espiritual y abarcador de la palabra- y puede abarcar tanto los elementos instintivos como las contemplaciones místicas”…
La idea bruniana postula el crear la ilusión en la masa o grupo, de que el líder ofrece total y desinteresadamente la “unicuique suum” de Justiniano, o sea “lo que a él le corresponde, lo que merece”. (O como diría un castizo…” ¡lo que me corresponda, porque yo lo valgo!”) difícil y sutil operación que requiere conectar -o aparentar conectar- con los deseos del manipulado y “vincularlo” al grupo. Esta ilusión debe ser perfecta. La devoción por el líder (devotio magistri) debe resultar -o aparentar ser- individualmente placentera y gratificante para el devoto.
Y sigue comentando Giordano Bruno en su “de Vinculis in genere”:«Todos los afectos y “vínculos de la voluntad” se reducen y se refieren a dos: la repugnancia y el deseo, o el odio y el amor. Sin embargo, el odio se reduce él mismo al amor, y por ello resulta que el único vínculo de voluntad es el eros. Está demostrado que todos los otros afectos que una persona puede sentir sólo son, tanto formalmente como fundamental y originalmente, amor. Por ejemplo, la envidia es amor de alguien por sí mismo, y no soporta ni la superioridad ni la igualdad del otro; el mismo principio se aplica a la emulación. La indignación es amor por la virtud [ ... ]; el pudor y el miedo… no son más que amor por la honestidad y por lo que da miedo” y lo mismo “se puede decir…para los otros afectos”
Y sigue comentando Giordano Bruno en su “de Vinculis in genere”:«Todos los afectos y “vínculos de la voluntad” se reducen y se refieren a dos: la repugnancia y el deseo, o el odio y el amor. Sin embargo, el odio se reduce él mismo al amor, y por ello resulta que el único vínculo de voluntad es el eros. Está demostrado que todos los otros afectos que una persona puede sentir sólo son, tanto formalmente como fundamental y originalmente, amor. Por ejemplo, la envidia es amor de alguien por sí mismo, y no soporta ni la superioridad ni la igualdad del otro; el mismo principio se aplica a la emulación. La indignación es amor por la virtud [ ... ]; el pudor y el miedo… no son más que amor por la honestidad y por lo que da miedo” y lo mismo “se puede decir…para los otros afectos”
Querida amiga.
Finalizo. ¡Que más decirte! Que espero haberte ayudado en esa tu interminable y creo que inútil búsqueda de “lo absoluto” – o como tu dices, de La Verdad-. Visto lo visto, querida, y después de todo lo dicho, lo que creo es que la libertad individual, no es un don gratuito, es un privilegio de una inteligencia superior. Estoy segura que tú y yo seguiremos tan asilvestradas e indómitas como el “correcaminos” o el "martínpescador". La libertad y la imaginación al poder, ¿no era ese grito… amiga? De todos modos, y coincido contigo, tengo la absoluta seguridad de que tanto Maquievelo como Bruno inventaron sus repectivas fórmulas para el "poder-poder" nada que ver con su aplicación a las "actuales chapuzas de poca monta" Dejemos en paz la filosofía del “tottus tuus” y otro día discutiremos de la esencia íntima del “tottum revolutum”…si llega a merecer la pena, claro.
Un abrazo y hasta la próxima.
Venezia Lesseps
Nota. Foto del encabezamiento: Giordano Bruno
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